Buenas prácticas deportivas: evita lesiones

Afortunadamente cada vez somos más consientes de la necesidad de llevar una vida sana y de los beneficios que trae consigo el realizar actividades deportivas, sin embargo es fundamental seguir ciertos pasos antes de emprender un ciclo de actividades atléticas para evitar que el incremento de actividad y del consumo de energía afecten nuestro cuerpo.

1) Definir tu objetivo. ¿Qué quieres conseguir?

Esto te ayudará a trazar un plan de acción acorde a tu meta.

2) Infórmate sobre los diferentes medios para lograr tus metas.

Averigua cuales son los deportes o tipos de ejercicio que se ajusten mejor a tus objetivos e investiga sobre cuál es la mejor alimentación que complementa tu actividad.

3) Pregúntate si tus circunstancias son compatibles para practicar ese deporte.

Contempla tu agenda, tu condición física y si la actividad de atrae; si alguno de los requisitos no se cumple es muy probable que termines abandonando la rutina y lo importante es que cumplas con tu objetivo. Aunque descartes una opción siempre tendrás otra actividad que te guste y se adapte más a ti.

Una vez que hayas decidido que deporte pondrás en práctica no te olvides de cuidar algunos aspectos que evitarán que te lesiones:

  • Realiza siempre ejercicios de calentamiento que estiren tus músculos antes de someterlos a un esfuerzo.
  • Utiliza la ropa deportiva adecuada, asegúrate que no es muy ajustada para no limitar tu movimiento y que no es demasiado amplia y puede ocasionarte un accidente.
  • Establece una frecuencia de práctica adecuada a tu condición física.

Las lesiones deportivas más comunes son:

Torceduras y distensiones

  • Lesiones de rodilla
  • Inflamación muscular
  • Traumatismos en el tendón de Aquíles
  • Dolor en el hueso de la tibia
  • Fracturas
  • Dislocaciones

Si al estar practicando algún deporte sufres alguna, suspende la actividad para evitar más daño, antes de acudir a tu médico para una revisión comienzo con el método RICE (reposo, hielo, compresión y elevación) para aliviar el dolor, reducir la inflamación y acelerar la curación. Si consigues hacer de tu actividad deportiva algo cotidiano y lúdico, estarás ayudando a tu cuerpo a mantenerse sano y además te sentirás más productivo y satisfecho.