Una vez que el especialista que nos esté tratando haya determinado que necesitamos someternos a una cirugía es necesario que reunamos toda la información necesaria referente al proceso quirúrgico al que nos someteremos. Lo principal es tener claridad respecto a quién se hará cargo de la cirugía y quienes integrarán el equipo quirúrgico, en qué consistirá la intervención, la fecha y el lugar en el que se llevará a cabo, qué debemos hacer antes de la cirugía y cuáles son los cuidados que debemos tener para nuestra recuperación.
En lo que respecta al equipo que nos proporcionará atención médica es necesario que sepamos qué tipo de profesionales participarán para tener mayor seguridad y confianza al momento de someternos al proceso. El equipo de profesionales, liderados por el especialista trabajará en conjunto para atender todas las necesidades que tengamos antes, durante y después de la operación y está compuesto por enfermeros, los que ayudarán a nuestro médico durante la cirugía en tareas especiales, un anestesiólogo, quien además de administrar la anestesia tiene la responsabilidad de controlar sus efectos y de residentes o médicos que se encuentran cursando su especialización, los que pueden asistir al médico en determinadas tareas.
Luego de que nuestro médico nos explique a detalle en qué consiste la cirugía y cómo se espera que sea el proceso de recuperación, así como los riesgos que se pueden presentar durante la intervención, nos presentará un consentimiento informado que deberemos firmar. Es importante que este consentimiento lo firmemos únicamente si estamos conscientes de lo que implica la cirugía pues en él se indica que tomamos la decisión junto con nuestro médico de someternos al proceso quirúrgico, por lo que es importante leerlo detenidamente y preguntar cualquier cosa que no entendamos por completo. Con este consentimiento también nos entregarán un documento legal en el que se establecen las instrucciones para la atención médica que queremos recibir en caso de que no podemos tomar decisiones en el momento, es importante que también lo leamos detenidamente y expresemos cualquier duda que nos surja en el momento.
Ahora bien, la preparación para una cirugía en sí consiste en la aplicación de algunos exámenes y seguir las instrucciones de nuestro médico para llegar en las mejores condiciones al día para el que se haya programado la intervención. Por lo regular, una o dos semanas antes del procedimiento quirúrgico nos tendremos que someter a análisis y a un examen físico, los que incluyen pruebas de orina, de sangre, radiografías y electrocardiogramas, esto para tener conocimiento de nuestro estado de salud actual y valorar si estamos listos para la cirugía, necesitamos de preparación adicional, las precauciones adicionales que se tengan que tomar o si conviene posponer la intervención quirúrgica.
Aunque los consejos que nos dé nuestro médico para prepararnos para la cirugía dependen del tipo de operación al que nos someteremos, hay algunas medidas que se recomienda seguir en cualquiera de los casos para evitar contratiempos y ayudar a que nuestro cuerpo se recupere más rápido tras la cirugía. Dejar de fumar al menos durante las semanas previas a la operación es altamente recomendado pues, en caso de que se nos vaya a aplicar anestesia general, el funcionamiento normal de nuestros pulmones puede verse afectado si continuamos consumiendo tabaco, además se incrementan los riesgos de contraer infecciones y pulmonía, sin mencionar que el tiempo de recuperación es mayor en pacientes fumadores.
El uso de ciertos medicamentos también puede estar restringido y esto incluye vitaminas, suplementos e incluso hierbas medicinales, lo mejor es preguntarle a nuestro médico para evitar problemas. Seguir una dieta especial puede ser necesario antes de someternos a ciertas cirugías y en el caso particular de la a cirugía para diabetes es imprescindible que mantengamos un buen control sobre nuestros niveles de glucosa previo a la operación pues esto disminuirá los riesgos de la cirugía y nos ayudará a recuperarnos más rápido.
Durante las 24 horas previas al procedimiento quirúrgico no debemos consumir bebidas alcohólicas y dependiendo de las características de la intervención, el médico podría indicarnos no comer ni beber nada durante las seis o doce horas precias a la cirugía, usar un laxante o usar un enema en las 48 horas previas al procedimiento. Es importante mencionar que las indicaciones que nos dé el médico no dependen únicamente del tipo de cirugía al que nos someteremos, sino a las particularidades de nuestro padecimiento, de nuestro estado de salud general, nuestra edad y otros factores que influyen en la manera en que nuestro cuerpo reacciona.
Estas son sólo algunas de las consideraciones que debemos tener previo a someternos a una intervención quirúrgica. Es necesario aclarar que las publicaciones compartidas en nuestro blog sólo son informativas y que por ningún motivo pueden suplir las recomendaciones brindadas por un especialista. Por tanto, si estás buscando una alternativa de tratamiento a la diabetes y estás considerando una cirugía para diabetes lo mejor es que te acerques a tu médico para que juntos decidan cuál es la mejor opción.