A partir de los 25 años la mayoría de las mujeres comienzan a preocuparse por el envejecimiento de la piel, y para prevenir los signos de la edad invierten en diversos productos, pero ¿estás segura de cuál es la crema adecuada para tu tipo de piel y edad?
Con el paso del tiempo la renovación celular de la piel comienza a disminuir, lo que trae como consecuencia la aparición de manchas oscuras, flacidez y líneas de expresión. Además la piel gana un aspecto más seco y opaco. Lo ideal es elegir la crema anti edad según la edad y el tipo de piel que se tenga.
Los antioxidantes son clave a partir de los 25 años
A esta edad los signos de la edad son mínimos, sin embargo, se deben incrementar los cuidados porque comienza el proceso del envejecimiento. Los radicales libres, que forma el organismo debido a los factores externos, como la contaminación, la radiación solar y el humo del cigarro dañan a las células, lo que se traduce en falta de brillo, resequedad, manchas y arrugas.
Lo ideal es además de invertir en un protector solar, el cual debes usar todos los días, aplicar una crema con antioxidantes naturales, rica en vitaminas E, C y A, que combata especialmente las líneas delgadas que comienzan a aparecer a esta edad, que neutralicen los radicales libres, y estimulan la formación de fibras de colágeno.
A los 35 años se necesita un producto que renueve la piel
En la década de los treinta el metabolismo de las células comienza a decaer y se vuelve cada vez más lento, y menos capaz de renovar y de reparar los daños. Para combatir el daño debes invertir en una crema rica en antioxidantes, colágeno, vitaminas y minerales, como la vitamina B3 y E, que ayudan a reforzar la defensa contra los agentes externos.
Desde los 45 años la crema debe combatir también la flacidez
En esta etapa la piel es más delgada, pierde volumen y su barrera natural. La producción de fibras de colágeno y elastina también disminuye, lo que influye en el mantenimiento de la piel, dejándola más flácida y el contorno menos definido. Lo ideal es usar una crema de día y una de noche ambas muy hidratantes y ricas en retinol, que ayuden a estimular la producción de dichas fibras, para que mejore la elasticidad de la piel.
Prevén la aparición de manchas a partir de los 55 años
La textura de la piel cambia mucho después de los cincuenta años, la piel se vuelve más frágil, propensa a la aparición de manchas, arrugas y flacidez, por lo que la hidratación se vuelve esencial. Invierte en una crema con agentes reafirmantes que que combatan la flacidez, y rica en antioxidantes, calcio, y vitaminas, como la B3 y el retinol, que ayudan a reparar los signos del envejecimiento. También puedes invertir en cremas con efecto lifting que mejoren la firmeza de la piel.
La piel seca necesita mayor hidratación y protección solar
Las mujeres que tienen la piel seca y madura necesitan de cuidados especiales para tratar problemas como arrugas, despellejamiento, e incluso rosácea, además este tipo de piel es propensa a volverse sensible e irritarse con facilidad. Hidrata la piel con una crema nutritiva rica en ácido hialurónico, ácido láctico y retinol, que ayude a estimular la renovación celular y le devuelven elasticidad a la piel.
También usa fórmulas con FPS para proteger a tu piel de los rayos solares, ya que este tipo de piel es más sensible a los factores ambientales y propensa a que le salgan manchas y arrugas. Lo ideal es que las fórmulas también sean ricas en vitamina E y antioxidantes.
Prefiere las cremas ligeras si tienes la piel grasa
El exceso de grasa en la piel puede ser un inconveniente al momento de combatir las señales del envejecimiento, ya que los cosméticos que tratan este problema tienden a ser densos y grasosos. Por lo que lo ideal es invertir en una crema hidratante ligera, enriquecida con activos que no comprometan la producción de sebo, como la vitamina E, que tiene propiedades antioxidantes y que ayuda a prevenir la aparición de las arrugas. En la noche utiliza un producto que contribuya a la renovación celular, que puede ser un poco más densa.