Seguro que si lo piensas conoces a mucha gente que afirma sin rubor que no come verdura o fruta, que no prueba el pescado o que solo se alimenta de pasta y pizza y que además confiesa que se encuentran bien y que los análisis de sangre nunca tienen malos resultados.
Es posible que sí, pero también es probable que esas mismas personas sufran cuatro o cinco constipados al año, malas digestiones, gastroenteritis u otros pequeños problemas de salud que atañen a la mala suerte o a que ‘lo cogen todo’.
Alimentarnos de forma deficiente es muy negativo para nuestra salud y puede que ahora no nos demos cuenta o no seamos conscientes de las consecuencias que sufrimos, pero a la larga todo se agrava.
¿Cuáles son los problemas de alimentarse mal?
- Obesidad y aumento de peso. Una persona que toma muchos hidratos de carbono, grasas y azúcares suele tener mayor peso del recomendado e incluso puede llegar a sufrir obesidad y diabetes. Solo un cambio de alimentación y la inserción de rutinas deportivas puede ayudar a mejorar el estado de salud.
- El exceso de carnes, sal y grasas aboca a sufrir enfermedades y accidentes cardiovasculares, así como a tener alto el colesterol y la tensión.
- La carencia de los alimentos fundamentales en una dieta sana (varias piezas de fruta al día, abundantes verduras, pescado, legumbres, carnes…) provoca que no demos a nuestro cuerpo los nutrientes necesarios para estar fuerte y sano. Esto puede llevar al sistema inmunológico a vivir una situación de debilidad extrema que abra las puertas a sufrir enfermedades e infecciones que con una alimentación sana se habrían evitado.
- Una alimentación deficiente de hierro puede hacer que la persona sufra anemia. Las carencias de minerales provocan fatiga, dolores musculares y calambres.
- Insomnio. Aunque creamos que no está relacionado, lo está. Las indigestiones, las comidas excesivas por la noche y los azúcares son los causantes en muchas ocasiones de sueño poco profundo o insomnio.
- Un bebé en la tripa de su madre se ve muy afectado por una alimentación deficiente y puede tener problemas de desarrollo importantes.
- Una persona que no se alimenta de forma correcta tendrá también problemas de concentración en el trabajo, sensación de descontento y decaimiento debido a la falta de energía y nutrientes.
Viendo todas estas consecuencias cualquier persona que no coma de forma correcta debe plantearse que quizás le compense intentar poco a poco ir cambiando sus hábitos para comer mejor y más variado.
No se trata de hacer cambios drásticos, sino de introducir poco a poco la fruta y la verdura, sustituir alguna cena de carne por pescado, tomar legumbres varias veces a la semana e incrementar la ingesta de agua.
Si se hace de forma escalada y preparando los alimentos de forma saludable y atractiva, usando especias para darles más sabor y poco a poco, es probable que cualquiera disfrute de comer bien y se encuentre mucho mejor que antes. Estará haciendo un esfuerzo por su salud y para sí mismo, el mejor esfuerzo posible.