Cremas anticelulíticas

Todas nos hemos preguntado alguna vez si las cremas anticelulíticas funcionan, si son capaces de transformar la antiestética piel de naranja en una bella piel de melocotón. Querida amiga, yo te diría que si funcionan pero has de saber escoger que crema es  la adecuada para ti sin olvidar el resto de cuidados esenciales que ya conoces.

Con los avances de la tecnología y la investigación científica, la industria de la cosmética ha inundado de productos anticelulíticos el mercado. Su composición y precio varían ostensiblemente de unos a otros. Debido a la gran oferta existente es necesario que conozcas los principios fisiológicos que la crema pretende mejorar y que componentes químicos han seleccionado para ello. El conocimiento de ambos puntos te permitirá tener una base sobre la que realizar una elección de manera acertada. No te dejes guiar únicamente por el precio ya que muchas veces este viene marcado por el precio de la marca y por el coste de las campañas de marketing. Una crema de precio no muy elevado con los componentes adecuados puede ser mucho más efectiva que la costosísima crema que anuncian por televisión.

Cremas anticelulítcas: cómo actúan y su composición

Las cremas anticelulíticas pretenden mejorar la patología actuando sobre dos procesos:

  • por un lado ayudando a evitar la acumulación de lípidos localizados.
  • por otro lado tratan de recuperar la firmeza de la piel favoreciendo la creación de colágeno.

Para conseguir dichos objetivos las cremas anticelulíticas utilizan una serie de productos químicos con propiedades específicas. Los más comunes son los siguientes:

Cafeína.- Este es posiblemente el componente más utilizado. Es un estimulante y vasodilatador. Actúa dilatando los vasos sanguíneos mejorando la circulación favoreciendo la nutrición del tejido y ayudando al cuerpo a acceder a las grasas acumuladas.

Retinol.- Es un derivado de la vitamina A que mejora la circulación y estimula producción  de colágeno. El retinol es un aliado excelente en la mejora de la consistencia del tejido conectivo y en consecuencia ayuda a reafirmar la piel debilitada por el efecto de la celulitis.

El ácido alfa hidroxi.- es un potente exfoliante que se utiliza para acelerar la regeneración de piel. Ayuda a que el cuerpo renueve las fibras de colágeno debilitadas.

Aminofilina.- es un compuesto químico que actúa sobre las células grasas degradando sus ácidos grasos ayudando a su expulsión en el torrente sanguíneo. Es muy eficaz ayudando a disminuir los acúmulos de grasas localizados.

Péptidos de cobre.- al igual que el retinol, los  péptidos de cobre se utilizan en gran número de cremas antienvejecimiento y anticelulíticas. Los péptidos de cobre, que se componen de átomos de cobre unidos junto con proteínas , son una buena fuente de colágeno y elastina. Estos compuestos ayudan a la regeneración del tejido conjuntivo. Buscan la recuperación de la firmeza y elasticidad de la piel.

Té verde.- Este ingrediente posee gran capacidad de deshidratación de las células grasas. Es muy eficaz evitando la acumulación de lípdos y es un eficaz desintoxicante de los tejidos.

Como escoger las mejores cremas anticelulíticas

Como has podido comprobar la mayor parte de los componentes tratan de ayudarte a degradar los lípidos acumulados o a regenerar el colágeno dañado. Para tratar de comprobar cual de ellos es más efectivo trata de conseguir muestras gratuitas del producto que más te interese. La mayoría de empresas cosméticas suelen ofrecerlas en centros comerciales y tiendas especializadas.

También puedes recurrir a los grandes portales de Internet donde encontrarás multitud de opiniones de usuarias del producto anticelulítico que más te interese.

Recuerda que las cremas anticelulíticas pueden ayudarte en tu lucha pero no serán efectivas si no las combinas con una vida saludable. Debes aprender a completar tu dieta con los complementos alimenticios adecuados y llevar a cabo una rutina de ejercicios específica que te ayude a mejorar la zona afectada. Recuerda que se trata de un enfoque multidisciplinar. No existe el producto mágico. Se trata de combatir el problema desde distintos frentes tratando su origen verdadero: la vida sedentaria y todo lo que esta conlleva: mala nutrición y falta de ejercicio.