¿Algunas vez te has notado mareado, muy cansado sin explicación alguna o incluso has experimentado cambios en tu piel? El organismo humano es sabio por naturaleza y si tu estilo de vida y alimentación no le aportan los nutrientes y vitaminas que necesita te lo advierte siempre. Quizás más de una vez pasamos por alto los síntomas o los achacamos a otras enfermedades, no obstante, en muchas ocasiones nuestro cuerpo nos esta pidiendo un aporte extra de ciertas vitaminas.
A continuación te contamos cuáles son los síntomas más claros y qué necesita exactamente nuestro cuerpo.
- Síntomas que pueden indicarnos una falta de vitamina A: Fatiga, mala visión nocturna, problemas en la piel, dolor en los dientes y encías sangrantes.
Algunos alimentos que pueden ayudarnos a poner remedio a esta situación, ya que nos otorgarán un extra de vitamina A son: Los lácteos, vegetales como la zanahoria, el brocoli o las espinacas; frutas como el melón, el albaricoque, la papaya y el mango; el paté de hígado e incluso las especias como hierbas secas o pimienta roja.
- Síntomas que pueden significar la falta de vitamina B1: El insomnio, fatiga, debilidad muscular, depresión, irritabilidad, perdida de peso e incluso problemas de corazón y tracto digestivo.
Algunas de las comidas que nos aportan vitamina B1 son: El extracto de levadura, hierbas secas y especias, semillas de girasol, chuletas de cerdo, piñones, pistachos, nueces de macadamia y pescado.
- Síntomas de deficiencia de vitamina B2: Si sufrimos de irritación de ojos, piel grasa, fistulas en la cavidad oral o erupciones cutáneas e inflamación.
Para añadir un extra de B2 a nuestra dieta siempre podemos consumir hígado, granos de soja, almendras, quesos como el Roquefort, el Brie o el Camembert, Salvado de Trigo, pescados como la caballa o el salmón o semillas de sésamo.
- Síntomas que nos pueden indicar una falta de vitamina B4: Dolores de cabeza, falta de energía, mal aliento, ansiedad o en casos más graves problemas intestinales como úlceras y poco apetito.
Para intentar revertir la situación se pueden añadir al menú diario alimentos como huevos, patatas, tomates, menta, comino, jengibre, levadura de cerveza y cereales integrales.
- Síntomas que indican carencia de vitamina B5: Ardor en las piernas y los pies, calambres, fatiga, taquicardia, vómitos o insomnio.
Para paliar esta situación podemos incluir en nuestro menú alimentos como hígado, salvado de arroz y trigo, semillas de girasol, setas, huevas de pescado, queso, pescado o aguacate.
- Síntomas de deficiencia en vitamina B6: Insomnio, problemas de piel, pérdida de cabello, calambres e incluso retención de líquidos.
Si queremos poner remedio a esta carencia podemos ingerir arroz integral y salvado de trigo, hierbas secas, pistacho, ajo en crudo, hígado, pescado como atún, salmón y bacalao; lomo de cerdo y avellanas.
- Síntomas que nos pueden indicar una falta de vitamina B12: Fatiga, diarrea, depresión o ansiedad, pérdida de apetito, inflamación en la boca o desequilibrio hormonal.
Para revertir esta situación podemos incluir en nuestra alimentación almejas, ostras, mejillones, hígado, pulpo, pescado, cangrejo, langosta, carne de res, cordero, queso y huevo.
- Síntomas de deficiencia de vitamina C: Cicatrización lenta de las heridas y fracturas, posible sangrado de nariz y encías, dolor y agrandamiento de articulaciones, indigestión, anemia y aparición de contusiones.
Puede ayudar a mejorar la situación la inclusión en nuestras comidas de fresas, cerezas, frutas cítricas, kiwi, papaya, pimiento, coles de bruselas, espinacas o acelgas, brocoli, coliflor o tomate.
- Síntomas que indican falta de vitamina D: Huesos débiles, raquitismo, caries dentales, cálculos renales, debilidad muscular y mala absorción del calcio.
Es muy recomendable ingerir alimentos como aceite de hígado, pescado, cereales fortificados, ostras, productos de soja, embutidos, productos lácteos, huevos y setas.
- Síntomas que pueden significar carencia de vitamina E: Anemia, Ansiedad, problemas de fertilidad, pocos reflejos y dificultad para moverse y mantener el equilibrio.
Para paliar la situación debemos incluir en nuestro menú semillas de girasol, pimienta roja, almendras, piñones, cacahuetes, especias, aceitunas y espinacas.
Si crees que puedes sufrir algunas de estas situaciones, además de incluir los alimentos que hemos recomendado, lo mejor es acudir siempre al médico y si fuera necesario realizarnos una analítica que exponga exactamente cuál es el problema.