Las 5 “P” para una dieta Perfecta

No todas las personas pueden seguir cualquier dieta. Depende de muchos factores que debemos tener en cuenta para no provocarnos carencias y enfermedades, y sobretodo lograr nuestro objetivo sin llegar a recuperar nunca el peso. Muchas veces olvidamos cuidarnos que es lo más importante.

  1. Personal: debes elegir una dieta apropiada para ti según tu edad y el sexo. Hay edades en las que hay que extremar el cuidado de la alimentación: en edad infantil y en edad adulta avanzada, ya que puede repercutir gravemente en nuestro estado de salud. En cuanto al sexo, todos sabemos ya, que el metabolismo de la mujer y el hombre tiene diferencias básicas en la asimilación y necesidad de calorías.
  2. Peso: únicamente debes hacer una dieta si realmente necesitas perder peso. Tenemos que conocer ¿cuál es nuestro peso ideal? Y ¿Cuánto tenemos que perder? Para ellos existen recursos como el IMC para saber si efectivamente estamos o no en nuestro peso. Por supuesto, será difícil adecuar la pérdida de peso a un calendario pero debemos olvidarnos de las dietas relámpago y perder kilos en un tiempo prudencial y paulatinamente para evitar riesgos en la salud y que nuestra piel pierda flacidez.
  3. Patologías: el colesterol, la diabetes, la hipertensión, la obesidad y muchas otras enfermedades condicionan exhaustivamente el seguimiento de una dieta, por ello, no podemos dejarnos guiar por regímenes que sigan nuestros conocidos, debemos consultar antes con un especialista.
  4. Pasividad: ingerimos calorías para alimentar nuestro cuerpo y que funcione correctamente en base a la actividad diaria física que realizamos, a una vida más pasiva necesitamos menos calorías, es un factor clave que también repercute en la creación de una dieta personalizada.
  5. Psicología: hay factores psicológicos que impiden que perdamos peso y que comamos sin parar, como la ansiedad, la baja autoestima, los problemas de expresión emocional o la pérdida de control sobre uno mismo. Estos problemas pueden hacer que no comamos por hambre sino por comer. Además debemos sentirnos fuertes para no caer en caprichos y poder mantener nuestro propósito. Tenemos que evitar comer en momentos en los que estemos tristes, despechados o para cualquier otro sentimiento negativo para no aliviar nuestro dolor así, en lugar de ello, podemos salir a pasear. Y no nos olvidemos de programarnos las comidas para llevar una alimentación lo más regular posible.

Por último, el objetivo final al acabar una dieta y haber conseguido el peso ideal sería aprender a comer, cambiar los hábitos alimenticios y practicar con regularidad un ejercicio adecuado a nuestra edad y condición física. Solo así no volveremos a recuperar peso y nos mantendremos saludables.