El azúcar de los refrescos: calorías bebidas

Hace calor y abres la nevera. Pones en un vaso un par de cubitos de hielo y el refresco burbujea. El primer trago te sabe tan bueno como estabas esperando. Es complicado resistirse, pero todo lo que nos gusta de esta bebida es perjudicial.

Los médicos nos insisten; no solo hay que controlar lo que comemos, también lo que bebemos. Es muy complicado intentar llevar una vida sana si tan solo nos ocupamos de comer bien, las bebidas cuentan y más de lo que creemos.

De hecho, estas calorías líquidas nos aportan tanto azúcar que un adulto supera la cantidad máxima recomendada tan solo con una bebida.

El consumo diario de este tipo de bebidas suele estar relacionado con obesidad y con diabetes, entre otros desórdenes, sin contar el peligroso sobrepeso.

Según la revista ‘Circulation’, 184.000 personas mueren al año por el consumo de estos refrescos. Suelen contener azúcar añadido de forma artificial, convirtiendo la bebida en un exceso en sí misma.

La Organización Mundial de la Salud apunta que más de la mitad de los adultos españoles sobrepasa con creces la cantidad diaria recomendada de azúcar tan solo con lo que se bebe, sin contar lo que come.

Suele ser en forma de refrescos con sabores, zumos, té y café. Además, gran parte de la población usa estas bebidas como medio de hidratación y acompaña las comidas y las cenas con ellas en detrimento del agua.

Esto sin contar las bebidas alcohólicas de los fines de semana, que también suelen ir acompañadas de refrescos. En este caso no solo estamos añadiendo más calorías a la ecuación, sino que además hay que contar los riesgos propios de una ingesta desmesurada de alcohol.

¿Qué podemos hacer para cambiar estas estadísticas? Lo primero, comprender de forma profunda cómo de peligrosas son estas bebidas y la importancia de desterrarlas de nuestra vida cotidiana.

Lo segundo, debemos beber mucha más agua y obligar a niños y personas mayores a que la beban en las comidas y para refrescarse, dejando otro tipo de bebidas a un lado.

Si nos gustan los zumos debemos elaborarlos nosotros mismos. Nos sorprenderemos de lo fácil y rápido que es elaborar un zumo o un batido casero con frutas que no tienen por qué ser tan azucaradas y sobre todo, que es una opción muy sana y agradable.

Cuanto mayor esfuerzo pongamos por cambiar este tipo de hábitos, mejor será para nosotros y para nuestra salud.