La vesícula biliar es el órgano que más frecuentemente requiere de tratamiento quirúrgico y prácticamente todos los casos pueden manejarse por laparoscopía.
Conoce un poco tu vesícula biliar
La vesícula biliar es un órgano con forma y tamaño similar a una pera. Se encuentra en la parte superior y derecha del abdomen, en íntima relación con el hígado, del cual recibe la bilis y la almacena. Al momento de ingerir los alimentos, la vesícula biliar vacía la bilis almacenada al intestino, para ayudar en el proceso de digestión y absorción de los nutrientes grasos.
La vesícula biliar puede ser la causa de inflamación que genere molestia o dolor abdominal, si ésta presenta cálculos (colecistitis litiásica) o aún en ausencia de ellos (colecistitis alitiásica); también puede generar molestias por un mal vaciamiento (discinesia vesicular).

Y los síntomas
El síntoma principal es dolor, el cual puede presentarse en forma aguda o crónica. En la forma aguda típicamente se localiza en la parte superior y derecha del abdomen; es como un cólico, puede acompañarse de nausea e inclusive vómito; es intenso y no cede de forma inmediata. El dolor puede irradiarse a la espalda o el hombro del lado derecho. En algunos casos se asocia a la ingesta previa de alimentos grasos. Puede presentarse fiebre o escalofríos en casos más avanzados y cuando se asocian a persistencia del dolor se requiere de tratamiento inmediato (colecistitis aguda).
En la forma crónica de presentación, lo característico es que se repita ocasionalmente, puede ser en semanas, meses o años después y de intensidad variable. En ocasiones más que dolor, se presenta malestar abdominal crónico y no es infrecuente el diagnóstico erróneo de gastritis, lo cual retrasa el diagnóstico. (colecistitis crónica).
A quién afecta
La presencia de cálculos en la vesícula depende de varios factores: hereditarios, ambientales, alimentarios, médicos y de género. La mayor incidencia es en mujeres, con una relación de 3 a 1 en relación a los hombres, entre los 30 y 40 años es más frecuente su presentación. Los embarazos previos y el sobrepeso, actúan también como factores predisponentes. Sin embargo, puede presentarse en cualquier persona.
En el embarazo es frecuente la presencia de síntomas en relación a inflamación de la vesícula biliar.
Cuando y como debes de operarte
Es recomendable que una vez hecho el diagnóstico de inflamación de la vesícula o mal funcionamiento de la misma, programes tu evento quirúrgico a la brevedad para evitar complicaciones tales como infección de la vesícula (piocolecisto), migración o presencia de los cálculos en la vía biliar (coledocolitiasis), inflamación del páncreas (pancreatitis) e incluso complicaciones mayores que pueden poner en riesgo la salud.