La fibromialgia es una enfermedad que causa dolor y fatiga crónicos, así como problemas de sueño y rigidez matutina.
No se sabe la causa concreta de esta patología, aunque se cree que las sensaciones de intenso dolor responden a modificaciones en las áreas cerebrales responsables del mismo, que lo amplifican de forma errónea.
Se trata de una enfermedad crónica que no tiene una cura concreta, aunque algunos de sus síntomas o efectos secundarios pueden ser tratados para mitigarlos y así poder tener mejor calidad de vida.
Convivir con esta enfermedad es muy complicado, no solo por el dolor y la fatiga, sino por la sensación de incomprensión por parte del entorno que a veces se puede sentir derivada de que se trata de un padecimiento ‘invisible’ para el resto.
Consejos para convivir con la fibromialgia
- Aceptar la enfermedad es una de las partes más complicadas. Pero cuanto antes se complete ese proceso, más fácil será poder vivir con tranquilidad. Este proceso implica asumir el dolor, que puede controlarse de diferentes maneras, pero que siempre va a acompañar al paciente.
- Transmite a las personas de tu alrededor lo que te pasa. Pide que te acompañen al médico y que escuchen sus instrucciones. Cuanto más sepan de la fibromialgia, menos te juzgarán, más te comprenderán y te ayudarán. Y eso mejorará tu vida.
- La fibromialgia afecta y mucho al estado de ánimo. Es frecuente que haya cambios de comportamiento, reacciones desmesuradas, mal humor, pesimismo, apatía… Cuanto más consciente seas de cómo te sientes y cómo tú mismo eres responsable de tu ánimo, más sencillo será controlarlo, intentar animarte, hacer un esfuerzo por ser positivo…
- Sabes que tienes opciones limitadas. Pero eso no significa que no tengas opciones. Aprecia cada cosa que puedas hacer, cada pequeño esfuerzo, cada opción de ocio, cada rato agradable. Dale las gracias a tu cuerpo por darte alegrías, por permitirte disfrutar. Sé consciente de todo lo bueno y repítetelo mucho. Cada día.
- Conoce tu cuerpo. Saber interpretar las señales del cuerpo es fundamental para poder convivir mejor con la enfermedad. Esto es; si tu cuerpo te dice que descanses, hazlo. Si te dice que duermas, hazlo. Si te ves con ganas de hacer cosas, ponte a ello. No desoigas sus señales.
- Haz ejercicio, al menos de forma moderada. Ayudará a tus músculos y articulaciones a estar más fuertes y a soportar mejor las molestias y el dolor.
- Cuídate. Que tengas fibromialgia no es excusa para hacer lo que te parezca conveniente y para convertirte en una víctima. Cuanto más ayudes a tu cuerpo a vivir con salud, mejor.
- Acude a alguna asociación de enfermos de fibromialgia para compartir lo que te ocurre, buscar consuelo, dar apoyo a otras personas y así, tejer una red de comprensión y ayuda mutua. Sentirás que no estás solo, te sentirás útil y eso te ayudará a estar mejor.