Podríamos volver a explicarte que nuestro cuerpo está compuesto en un 70 por ciento por agua y que éste es el único elemento sin el que podemos vivir, pero como seguramente todo eso ya lo sabes, te vamos a contar que además de la sed, nuestro organismo tiene otras herramientas para decirnos que necesita agua.
Según el European Hydration Institute, la deshidratación puede ser leve, representada por una pérdida de entre el 1% y el 3% del peso corporal (pc), en este estadio es cuando aparece la sed; deshidratación moderada entre el 3%; y el 10% del pc y más del 10% en casos de deshidratación graves.
Si no escuchas las señales que te manda tu organismo puedes padecer problemas digestivos o de la piel entre otros. Algunos ejemplos:
- Fatiga o cansancio. En muchas ocasiones cuando nos sentimos cansados optamos por tomar una bebida con cafeína cuando lo que te está pidiendo el organismo es agua. ¿Lo intuías? Haz la prueba. Además, un vaso de agua en ayunas por la mañana ayudará a tu organismo a ponerse en marcha, especialmente al hígado y al sistema digestivo.
- Mareos o dolor de cabeza. Es otra forma que tiene el organismo de decirnos que necesita agua. Es importante que no la sustituyamos por ningún otro líquido.
- Calambres. Los calambres o espasmos musculares pueden debere a una caencia de potasio, calcio y magnesio y también a una deshidratación.
- Sequedad en la piel. Muchas veces cuando sentimos la piel seca acudimos inmediatamente a las cremas hidratantes y lociones cuando en realidad el problema no es superficial. La falta de hidratación en la piel provoca unas contracciones que se convierten en arrugas definitivas. Además, si bebemos agua nuestra piel se hidratará e incluso en el caso de los resfriados respiraremos mejor.
- Ojeras, ojos secos y con signos de cansancio. Este es otro síntoma claro de deshidratación. Los ojos deben estar brillantes y húmedos y el contorno de ojos hidratado y con aspecto saludable. De otra manera, debemos investigar qué es lo que no va bien. En muchas ocasiones es una falta de hidratación.
- Problemas estomacales. Beber menos agua de la aconsejable puede provocar una concentración de ácidos en el estómago que derive en úlceras. Para evitarlo se aconseja consumir alimentos a intervalos regulares de 2 horas y también beber mucha agua que diluya las concentraciones de ácido.
- Estreñimiento. Toma de 8 a 12 vasos de agua diarios para que tu intestino esté siempre húmedo y pueda funcionar de forma adecuada.
- Orina densa y de color amarillo intenso que puede derivar en infección del tracto urinario.