Nuestros antepasados también creaban sus propios trucos de belleza y cosméticos, utilizan las materias primas de las que disponían en su época.
El origen de la belleza comienza en la prehistoria, es de la época de la que menos datos tenemos pero si podemos hablar a través de las pinturas que nos dejaron, sus inquietudes artísticas.
Utilizaban colorantes provenientes de diferentes frutos y de piedras que posteriormente diluían en excipientes grasos y que hemos podido observar gracias a su fosilización.
Lo utilizaban para decorar su cara y cuerpo.
Además han sido descubiertos restos de diversos enseres que podrían utilizar para cuidados de estética.
Sus descendientes en la antigua Mesopotamia los cánones de belleza eran piel clara, cabellos rubios o negros, caras delgadas y cejas pronunciadas. Fueron los inventores de los perfumes. De la mitología podemos sacar como las diosas retocaban sus ojos para agrandarlos, lo hacían con khol, que actualmente también se sigue utilizándolo. En esta época empezaron con la practica de la depilación, los cuidados de dientes y orejas al igual que del cuidado de las uñas.
La Belleza
Algo más tarde en Palestina, las influencias que ejercieron Egipto y Persia, despertaron la curiosidad por los cosméticos y los perfumes. En libros como “la Biblia” se narran hechos sobre cuidados estéticos que utilizaban en estos pueblos
Los cánones de belleza eran labios rojos y dientes muy blancos, cabellos negros, ojos redondos y cuellos alargados.
Utilizaban polvos a base de alheña para teñir las mejillas de colores rojizos y anaranjados.
Para disimular las imperfecciones de la piel utilizaban ungüentos, perfumes y aceites