Intervención Quirúrgica: Indicaciones y Aspectos Técnicos

Sin duda las várices posflebíticas, várices que se han producido después de la obstrucción de un segmento de una vena profunda, están efectuando un trabajo sustitutivo.

Hay que tener mucho cuidado en el tratamiento de esta entidad clínica. Todo acto quirúrgico que tiende a suprimir estas venas, no hará sino agravar más el sistema venoso.

La aparición de algunas venas consecutiva a una fístula arteriovenosa (comunicación entre una arteria y una vena) puede ser normal. Estos sujetos requieren de una evaluación precisa por parte del especialista.

Los hemangiomas (tumores vasculares) con la presencia de venas abultadas también forman parte de los casos poco frecuentes que el médico angiólogo y el cirujano vascular deben valorar.

Con frecuencia se consulta por una vena saltada en el pie. Esta vena que funciona de manera adecuada a juicio del cirujano vascular, es una vena normal, pero el paciente insiste en que se ve fea y, lo que es aún más delicado, solicita que se le retire.

Es necesario hacer todo lo posible para que el sujeto se acepte así. Acceder a esta imposición del paciente tarde o temprano puede generar efectos y repercusiones desagradables.

El autor confiesa que no ha sido raro tener que enfrentarse a esta situación. El problema de las várices tiene un aspecto estético que produce en algunas personas una inaceptación de la manera en que se ven las piernas; no se aceptan con la más mínima vena varicosa por pequeña que ésta sea.

Para terminar con este punto, tómese en cuenta que antes de iniciar cualquier tratamiento, la prescripción de medicamentos o la aplicación de contención o compresión elástica, la administración de sustancias esclerosantes (escleroterapia), la aplicación de láser o la realización de una intervención quirúrgica; siempre, es indispensable realizar una evaluación completa y un diagnóstico preciso. Médicos especialistas en esta área ofrecerán sin duda una solución al problema en 99% de los casos.