La colina, nutriente clave para el hígado y el cerebro

La colina es una sustancia que normalmente se asocia con el complejo B, debido a que químicamente es muy parecida a esta vitamina.

No es esencial, puesto que el hígado la produce, pero también la obtenemos de alimentos como germen de trigo, legumbres, nueces, pescados, huevos, carnes, leche y el hígado de animales. Pese a que el cuerpo es capaz de sintetizarla, existe preocupación sobre la falta de colina en dietas de vegetarianos, y en especial en la dieta de mujeres embarazadas que no consumen suficiente colina, ya que ésta es muy importante para el desarrollo neuronal en la última etapa de gestación.

Usos médicos de la colina, aceptados y no aceptados

La insuficiencia de colina en la dieta produce problemas hepáticos y neuronales. Está asociada a malestares como hepatitis y cirrosis, pero también a problemas como depresión, pérdida de memoria y demencia.

Las mujeres embarazadas deben tomar suficiente colina en la dieta durante el último trimestre del embarazo, pues es importante para contrarrestar posibles problemas neurológicos en el bebé.

También hay investigaciones que sostienen que la colina alivia problemas de asma, aunque en este caso se prefiere de fuentes vegetales y de carnes rojas, por el potencial alérgico de huevos y leche.

Hay poca evidencia de que una dieta rica en colina ayude o prevenga problemas como ataxia, Alzheimer o esquizofrenia, sin embargo hay investigación en torno a ello por las funciones de la colina en el sistema neurológico.

Finalmente, existe el mito, poco probado, de que la colina ayuda a combatir la fatiga, y por ello los alimentos ricos en colina se suelen sugerir en la alimentación para deportistas de alto rendimiento.

La colina y el vegetarianismo

Si bien las principales fuentes de colina son el huevo, el hígado y las carnes, también es posible obtener niveles adecuados a partir de alimentos vegetales, pero éstos deben consumirse en dosis abundantes.

Una ración de camarones, huevo o almejas contiene una tercera parte de la colina diaria recomendada, entre dos y tres veces la colina que se obtiene de una ración de nueces, legumbres o crucíferas.

Una singular excepción es el amaranto, un cereal popular porque inhibe el apetito y porque es una de las muy, muy raras fuentes vegetales que aportan todos los aminoácidos esenciales. Tiene tanta colina y proteína como un trozo de carne, lo que distingue este cereal azteca de forma extraordinaria.

Las siete verduras con más colina son la berza, las coles de Bruselas, el brócoli, la coliflor, las acelgas, el espárrago y las espinacas.

Funciones de la colina en el cuerpo

La colina es uno de los últimos nutrientes en ser reconocidos como esenciales en la dieta por las instituciones de medicina. La Academia Nacional de Ciencias la aceptó en 1998, y aunque no la reconoce como una vitamina, sí ha admitido el riesgo para la salud de una dieta escasa en colina.

Procesos epigenéticos

Uno de los procesos básicos del cuerpo es la metilación. Ocurre tanto en la construcción del ADN, en la distribución de información en las neuronas, la salud cardiovascular y en la desintoxicación del hígado. Entre los nutrientes clave para este proceso están el ácido fólico y la vitamina B. Si esta última es escasa, el cuerpo la sustituye con colina.

Actividad nerviosa

Entre la fracción de los neurotransmisores que la ciencia sabe cómo funcionan se encuentra la acetilcolina. Como su nombre lo indica, se construye a base de colina. Este neurotransmisor es fundamental para la vida, ya que se asegura del bombeo del corazón y del movimiento peristáltico del sistema digestivo.

En general, la contracción muscular de todo el cuerpo depende de la presencia de este neurotransmisor. Si bien  el cuerpo requiere pocas cantidades de colina para producir suficientes neurotransmisores, un déficit en la dieta puede ser devastador para todo el organismo.