Este padecimiento se basa en la condición de un niño cuando presenta una regresión como es el orinarse en su propia cama, muchos estudios han determinado que esta condición es el aviso de un tipo de maltrato en el menor. Es la disposición de un niño a regresar a una fase de la cual ya había salido.
Normalmente se acompaña de cambios repentinos en el humor y en la conducta. Son diversos factores los que puede presentar un infante, cuando se cree que ha logrado superar ciertas condiciones normales de su conducta, como el control de la orina, es cuando aparece este padecimiento y se debe estar alerta como padres a cambios repentinos de este tipo
En el desarrollo que experimentan los niños cuando pasan de esta etapa a la adolescencia pueden sufrir cambios que trastornen sus conductas, y que hayan cambios que perjudiquen sus relaciones a futuro.
Conductas que se pueden observar en los niños
Lo recomendable es acudir a los especialistas cuando se demuestran ciertas actitudes que son preocupantes. Se debe escuchar sus quejas, actitudes de rebeldías en contra de algunos mayores, cosas perturbadoras en sus dibujos, esas son situaciones que deben tomarse en cuenta.
Pero estas actitudes no son solo la señal de un problema en el niño, en algunos casos existen infantes que su desarrollo es mucho más lento que en otros infantes, no necesariamente sea un problema de riñones o vejiga, es importante visualizar como demuestra sus emociones.
Ciertas recomendaciones que se pueden aplicar en caso de sufrir este tipo de padecimiento
Cuando un niño consume líquidos en exceso, y no se le acostumbra el hábito de orinar antes de ir a la cama es muy probable que tienda a orinarse más de lo usual. Pueden presentarse casos en los que el niño cuando la vejiga se encuentra completamente llena no logra unir con la urgencia de orinar.
En ciertas ocasiones en la zona de los músculos cercanos a la esfínteres estos no logran desarrollarse y es cuando el niño experimenta la dificultad para mantener la orina en la vejiga. Aquellos niños que presentan dificultades para dormir o cierta alteración les cuesta mucho más lograr controlar las orinas.
Y la más común es cuando el niño sufre de ciertas alteraciones emocionales, sobre todo en los casos de divorcios, muertes, separaciones bruscas o cambios inesperados en su vida, traslados inesperados, así como situaciones tensas y difíciles de sobrellevar, es cuando se debe acudir a un especialista en busca de ayuda profesional.
La consulta con un especialista
Cuando la situación se prolonga mucho más allá de una edad considerable para el fin de un hábito que no se ha podido curar, se debe asistir a consulta que logre visualizar de donde proviene el problema.
Es el especialista el que podrá ayudar y dar las recomendaciones necesarias para corregir la complicación que presente, si la mediación se hace con prontitud es fácil de arreglar. Es preciso que sea visto y se le puedan hacer las pruebas necesarias que correspondan para el caso con el fin de descartar cualquier problema físico.
Ahora bien, en los casos de que sean por causas externas ya el especialista le indicara a los padres cuales son los pasos a seguir. Algunos estudios recientes han indicado que este problema es hereditario por lo que aquellos niños que sufren de este mal, no necesariamente sean niños maltratados.
No es común, pero existe la posibilidad de que exista vinculación entre enfermedades como la diabetes, el estreñimiento, o situaciones de déficit de atención así como de hiperactividad, y los niños que sufren d este padecimiento. Así que en estos casos se debe tener suma paciencia y evidentemente los cuidados y las atenciones que pueda ameritar un niño.