Los primeros libros

Cuando llegamos a una nueva ciudad, en primer lugar, lo más útil para nosotros es conocer las calles, cómo llegar al centro, dónde están los puntos de interés, los museos, es decir llegar a tener una representación real de la misma. En segundo lugar, viene el interés por las tradiciones, los cuentos, las fiestas de la zona, etc.

La pedagogía Montessori, en sus fundamentos, está basada en el respeto y la observación de las necesidades de cada niño. Una de sus necesidades es conocer y explorar el mundo real. Asimismo, es importante ofrecer libros con fotos y hechos reales, es decir libros de no ficción. Se considera que, una vez cumplidos los 6 años, un niño debería entrar en contacto con los libros de ficción, es entonces cuando es capaz de entender los conceptos abstractos y diferenciar la fantasía de la realidad.

Introducir los libros temprano

Hay libros para bebés, con páginas de diferentes texturas, de tela o de cartón. Es importante que el bebé pueda tocar las fotos y las palabras. ¡Piensa que impresionante es todo esto para él! También tener el libro en sus propias manos, cómo posicionarlo para poder ver bien las palabras y las fotos o para girar la página. Además, es una buena excusa para estar juntos, construir una rutina y una conexión especial con tu bebé. ¡Lee con él!

Introducir libros diversos y no sólo para su edad

La diversidad es enriquecedora. Y los niños tienen que saber que el mundo de los libros es inmenso y está lleno de universos infinitos de cultura. Se le puede leer el periódico, una revista, una enciclopedia o un álbum de pintura. Hay que esforzarse por hablarles de forma sonora, culta y controlada. Lo que importa es el tono de la voz, la dicción (se sabe que los niños cogen el acento, la entonación y la rapidez al hablar de la madre o de la persona que mayor tiempo está con ellos), y sobre todo la proximidad de la madre, su presencia y su amor.

Dejar que el niño elija el libro sin imponer nuestras preferencias

La libertad de elección es muy importante. Les frustra mucho que impongamos siempre nuestros deseos, pensando que ellos son demasiado pequeños para saber lo que quieren. Tenemos como meta el transformarles en colaboradores activos y creadores con sus mejores energías.

Los niños imitan y absorben todo lo que está a su alrededor

Así que es importante exponerles a buenos modelos, por ejemplo, a gente que pasa tiempo leyendo por propio placer. La madre o el padre se pueden sentar en el sofá a leer y, aunque el niño quiera interrumpir, deberían seguir leyendo. De este modo, se les transmite la idea de que leer es una actividad importante y hay que respetar y no interrumpir. Verás que el niño, dentro de nada, encontrará algo para entretenerse.

No interrumpirles cuando leen

Esto es una extensión de lo de no interrumpirles cuando están absortos en alguna actividad. Se trata de respeto.

Ofrecerles más calidad que cantidad

Cuando hablamos de libros (pero también de los juguetes y de los materiales educativos), menos es más. Lo importante es ofrecerles variedad, pero de vez en cuando cambiar los materiales de los estantes. Así nos aseguramos de que tampoco se aburran y que sigan entretenidos y estimulados. Hay estudios que demuestran que si los niños se exponen a los mismos libros tienen más vocabulario y usan más palabras.