Uno de cada 150 niños nace con autismo y aunque comúnmente se diagnostica como autista a un niño hasta pasados los 3 años, los signos y síntomas de este trastorno se presentan en los primeros meses de vida.
Para que un niño sea diagnosticado con autismo debe presentar simultáneamente trastornos de comunicación, de comportamiento y de relaciones sociales. Los padres pueden detectar algunos signos y síntomas del autismo en sus hijos en los primeros meses, aquí algunos:
Antes de los 6 meses:
- Los padres pueden sentir que hay algo inusual: el bebé es demasiado tranquilo o se emociona demasiado.
- El bebé sonríe poco o no sonríe.
- Puede parecer que tiene la mirada perdida, que no sigue con la mirada, ni la deja fija o tiene estrabismo.
- Emite muy pocas vocalizaciones.
Entre 6 meses y 1 año:
- El bebé no responde a su nombre.
- No imita sus alrededores y no muestra ninguna emoción en particular cuando se separa de sus padres o de dónde se encuentran ellos.
- Le es difícil fijar su mirada y no le gusta el contacto físico.
- Puede tener retraso motor y trastornos de alimentación.
De 1 a 2 años:
- El niño no habla o habla muy poco y no trata de expresarse a través de gestos.
- Parece ignorar a los demás y prefiere estar solo.
- Comienza a mostrar un interés particular, por ejemplo, las luces u objetos que giran.
- Sus movimientos corporales son inusuales: se balancea o agita las manos muy rápido.
Después de los 2 años:
- El niño no está interesado en otros niños y no juega.
- No habla con el fin de comunicar o de interactuar, pero tiende a repetir lo que se dice a su alrededor.
- No tolera el cambio – por pequeño que sea – a su entorno.
- Da mucha importancia a realizar todos los actos estrictamente de rutina.
- Puede hacerse daño a si mismo.
Es importante detectar los signos y síntomas del autismo, para que el pequeño pueda recibir atención y tratamiento adecuado lo más temprano posible.