Miedo, angustia o estrés… ¿existe en los niños?

Padres, maestros, médicos, adultos en general, tendemos a percibir el mundo del niño como fácil, feliz y sin problemas. (Un niño no tiene que preocuparse por el dinero, o si pierde o no el trabajo). Entonces, ¿existen el miedo, angustia o estrés en los niños? La respuesta es,SI

La ansiedad y el miedo son una forma de estrés. La ansiedad es una reacción natural humana, que tiene una función  biológica importante: es una alarma que se activa cuando percibimos peligro o amenaza. Un poco de ansiedad es normal y puede ayudarnos a estar alerta, enfocarnos y cuidarnos. Los miedos y las ansiedades pueden ayudar a un niño a comportarse y cuidar su integridad (Por ejemplo puede impedir que el niño suba al techo por una pelota). Pero la ansiedad que es muy fuerte o es muy frecuente puede ser alarmante. Puede interferir con la vida cotidiana y hasta puede causar infelicidad.

La naturaleza de los miedos, angustias y el estrés cambian con el crecimiento del niño: Por ejemplo, los bebés tienen miedo a los extraños, los niños de 12 a 18 meses muestran ansiedad de separación. Entre la edad de 4 a 6 años tienen miedo a cosas que no están basadas en la realidad (monstruos o fantasmas). Posteriormente las angustias ya reflejan circunstancias reales y los miedos se refieren más a temores a sufrir un daño o un desastre natural o a que un familiar muera.

¿Cómo sabemos cuando estas angustias ya sobrepasaron el estrés “normal”? cuando el miedo ya no está acorde a lo esperado para la edad, o cuando la intensidad es alta y se sale de proporción. Como papás podemos fijarnos si se trata de un patrón persistente de miedo (por ejemplo, a los perros)y si ya está afectando la vida cotidiana del niño (por ejemplo no salir a jugar por tener miedo, o negarse a ir a la escuela por ansiedad de separación), entonces estamos hablando de un estrés o ansiedad que merece atención.

Las consecuencias de vivir con estrés y el miedo pueden afectar a un niño a largo plazo, provocando atraso en su desarrollo emocional, de madurez, social, baja autoestima, inseguridad, etc. y puede continuar con estos temores hasta la adultez.

¿QUÉ SÍNTOMAS REFLEJA UN NIÑO CON ANSIEDAD?

Indicadores de estrés en un niño pueden ser cambios repentinos en su conducta, cambios en estado de ánimo (muy feliz y luego muy enojado). Un indicador muy importante es la enuresis secundaria (el niño de pronto empieza a orinarse en la ropa o la cama y puede suceder de día o de noche). Puede empezar a sobrerreaccionar a problemas menores y por ejemplo, ponerse a llorar porque no puede terminar una tarea.