La meditación budista nos ha traido un concepto actualmente muy extendido en las empresas orientales. El Mindfulness se ha adaptado a la psicología usado como terapia. Y es que la “consciencia y conciencia plena” ayuda mucho a nuestro bienestar.
En España se ha encargado de presentarnos este término el profesor de la UNED, Miguel Ángel Vallejo Pareja de la Facultad de Psicología, según dice, los occidentales nos hemos interesado más por la tradicción oriental y más aún en el budismo Zen.
El mindfulness consiste en estar siempre atentos y presentes sobre la actividad que estemos desarrollando en esos momentos. Así, en el plano laboral se saca más provecho a cada actividad. A los trabajadores asiáticos se les enseña y se les anima a practicar esta técnica para reducir el estrés y las distracciones y aumentar la concentración. Tiene otras muchas ventajas tanto a nivel laboral como personal. En el plano personal, puede aplicarse tanto a dolencias como a trastornos psicológicos. Regular la tensión arterial es uno de los beneficios que te aporta, si lo sumamos a que sirve para aprender a respirar mejor, mejorar la calidad del sueño o disminuir el abuso de medicación se hace todavía más apetecible practicarlo.
Mantener la conciencia en la actividad que se está realizando es sencillo y complicado a la vez, porque muchas veces no somos conscientes de lo perdida que está nuestra mente en ciertos momentos. Durante el mindfulness aceptamos el contexto tal y como es, ya sean problemas lo que nos rodee o experiencias positivas, de esta manera aprendemos a sobrellevar cualquier situación y a entenderla tal y como esta sucediendo.
Tenemos que saber que “la meditación no debe ser considerada como un tratamiento psicológico o psicoterapia en sí” (Vallejo, 2007), pero si puede formar parte y mejorar los resultados.