El pigmento color nogal es un colorante natural. La pátina de un mueble no está formada sólo de viejos barnices y de las ceras sino también por la oxidación de la madera. La madera expuesta a la luz y al oxígeno se oxida y cambia de color y es justamente por este motivo que otorga a las viejas maderas un fabuloso color calido. Cuando nosotros restauramos un mueble alteramos ligeramente esta pátina y el uso del color nos ayuda a devolvérsela.
Como es mi costumbre para darle color a un mueble uso pigmentos al agua. Son mezclas de colorantes orgánicos derivados de la turba de Colonia y Cassel. Se presentan en forma de granos y se disuelven en agua tibia, son muy estables a la luz y esto son mis colorantes preferidos. Es importante que el color que damos al mueble no cambie con al exposición de la luz. Yo uso tres tipos de pigmentos color nogal, caoba y ébano. Con estos tres yo consigo todos los matices que necesito para la restauración.

La receta de base es de 200 gramos en un litro de agua más dos cucharadas de amoniaco. Esta es la “tinta madre” que diluyo para obtener diferentes grados de color como el “nogal intermedio” aquel color de los muebles tipicos del 800.
Para extender el color hay dos métodos: algunos prefieren usar una esponja en cambio otros una brocha.Yo uso una brocha y paso inmediatamente un trapo o un papel absorbente para quitar el exceso. La brocha deve ser de la proporción de la superficie para obtener los mejores resultados. Después de haber dado el color déjalo secar antes de proseguir con las etapas sucesivas de la restauración.