De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la planificación familiar permite a las personas tener el número de hijos que desean y determinar el intervalo entre embarazos (el organismo recomienda dos años entre uno y otro), lo cual se logra mediante la aplicación de métodos anticonceptivos.
Con base en cifras de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid), en México, durante 2009, 33% de las mujeres de 15 a 49 años utilizó como primer tipo de método anticonceptivo los hormonales, que incluyen inyectables, orales, implantes subdérmicos, parches, píldora de emergencia, anillo vaginal, dispositivo intrauterino con hormonas y otros que no especificaron su forma de administración.
El uso de anticonceptivos ha incrementado en muchas partes del mundo, especialmente en Asia y América Latina. A escala mundial, el aumento va de 54%, en 1990, a 63%, en 2007. En el aspecto regional, la proporción de mujeres casadas de entre 15 y 49 años de edad que usan algún método anticonceptivo ha crecido mínimamente entre 1990 y 2007, de 17 a 28% en África, de 57 a 67% en Asia, y de 62 a 72% en América Latina y el Caribe; en cada región es notable la variación entre países.
De acuerdo con la OMS, la planificación familiar brinda a las mujeres, familias y a la sociedad varios beneficios, como:
- Prevención de los riesgos para la salud relacionados con el embarazo en las mujeres.
- Reducción de la mortalidad de los menores de un año.
- Prevención de la infección por el VIH y SIDA.
- Disminución de la necesidad de recurrir al aborto peligroso.
- Poder de decisión.
- Disminución del embarazo en adolescentes.
- Menor crecimiento de la población.
Es importante recordar que: previo al uso de algún método anticonceptivo, la visita al especialista es fundamental como parte de la planificación familiar, ya que será éste, quien dé orientación completa respecto a las alternativas anticonceptivas disponibles de acuerdo al estilo de vida de la pareja.