Los efectos fisiológicos que produce la estera de puntas sobre el organismo son el resultado de aplicar una técnica llamada acupresión.
Actualmente, la acupresión está reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta técnica consiste en la aplicación de presión sobre determinados puntos de la superficie corporal, denominados “puntos de acupuntura”, con el fin de reducir el dolor.
Para aplicar dicha presión se emplean habitualmente las manos del terapeuta, aunque también se emplean otros dispositivos.
La acupresión es una técnica de tratamiento utilizada tanto en la Medicina tradicional china como en Medicina Física, a través de la Fisioterapia.
La acupresión en la Medicina tradicional china
La acupresión se basa en Principios similares a los de la acupuntura, una técnica que ha mostrado su eficacia en Oriente durante más de dos mil años. Sin embargo, con la tecnología disponible en la actualidad no se ha podido demostrar la existencia de los llamados puntos de acupuntura, ni del sistema de meridianos a través del cual fluye la energía vital (ch´i).
No obstante, hay evidencias que demuestran la existencia física de estos puntos, como son el hecho de que en ellos existe un mayor número de terminaciones nerviosas, la resistencia eléctrica de la piel en algunos de estos puntos es menor que en los adyacentes y presentan distinta temperatura que los puntos vecinos.
Las 6.210 puntas de nuestro colchón acupresor están colocadas siguiendo un patrón geométrico llamado Yantra, el cual estimula al cuerpo como un remolino. De modo que el Ch´i comienza a fluir entre los puntos de presión para así alcanzar las partes más débiles del cuerpo, devolviéndonos salud y equilibrio.
La acupresión en Medicina Física. Su uso en Fisioterapia
La acupresión es una maniobra especial de masoterapia, una técnica de masaje utilizada por el fisioterapeuta para obtener sobre el organismo una serie de efectos fisiológicos con una finalidad terapéutica.
Este masaje puede ser aplicado de forma manual, o mediante utensilios o dispositivos, entre los que ya podemos incluir a nuestra estera de puntas.
La acupresión se suele aplicar sobre: La piel, los músculos, los tendones, los ligamentos, las fascias y el periostio.
Nuestro colchón acupresor está diseñado para que el tejido involucrado sea la piel, por lo que los efectos fisiológicos sobre la piel derivados de la acupresión son los que nos interesan.
Acción sobre la piel
Cuando la piel es presionada por cada una de las 6.210 puntas que componen la Alfombra Mágica, se producen una serie de efectos fisiológicos que obedecen a mecanismos de naturaleza refleja y de índole mecánica.
La acción refleja es el resultado de estímulos cutáneos que se originan por medio del sistema nervioso autónomo (Sistema nervioso simpático y parasimpático).
La acción mecánica se debe directamente a la presión producida por cada una de las puntas de la Alfombra Mágica.
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano, y posee varias capas y diversas estructuras, de entre las cuales vamos a citar aquellas en las que la Alfombra Mágica causa un efecto más relevante:
- Los vasos sanguíneos.
- Los vasos linfáticos.
- Los nervios periféricos.
Acción sobre la circulación sanguínea y linfática
Al tumbarse sobre la Alfombra Mágica se producen mecanismos de naturaleza refleja que desencadenan una dilatación de los pequeños vasos y un aumento de la permeabilidad capilar. Esto conduce a un incremento del flujo sanguíneo de la zona. Este aumento de la circulación proporciona mayor cantidad de sangre fresca y oxigenada, así como una mayor eliminación de los productos metabólicos de desecho, mejorando la nutrición tisular.
Este aumento de circulación sanguínea contribuye a disminuir el dolor en muchos cuadros tensionales en los que la sensación dolorosa se relaciona con la existencia de cierto grado de isquemia. Se ha demostrado que el aumento del flujo sanguíneo por encima de los 30 ml. por cada 100 g de tejido conlleva una reducción del dolor.
Mecánicamente, la Alfombra Mágica constituye una ayuda para la circulación, ya que favorece el retorno venoso y linfático, y previene la éstasis vascular. Mediante la presión, los sistemas venoso y linfático se vacían facilmente, el líquido se desplaza de la zona comprimida y los productos de desasimilación son conducidos a otras vías naturales de eliminación, aumentando la velocidad circulatoria y el intercambio metabólico.
Acción sobre los nervios periféricos
Los nervios periféricos pueden ser de tres tipos: sensitivos (recogen información del dolor, la presión, la temperatura…), motores (mandan la orden de contracción a los músculos) y secretores (regulan la actividad secretora de las vísceras por ellos inervadas).
Centrándonos en los nervios sensitivos, se conocen seis tipos diferentes de terminaciones nerviosas receptoras, de las cuales nos interesan los receptores del dolor, llamados nociceptores. Las neuronas nociceptivas que contactan con dichos nociceptores son las fibras A-delta y las fibras C.
Cuando usted se tumba sobre la Alfombra Mágica, las 6.210 puntas desencadenan al inicio de la sesión un estímulo doloroso. La sensación del dolor es detectada por los nociceptores, y por medio de las fibras A-delta y las fibras C, se conduce la información del dolor hasta la médula espinal, donde contactan con una neurona de segundo orden, en una zona llamada sustancia gelatinosa. Ésta sigue hasta el tálamo y aquí efectúa sinapsis con una neurona de tercer orden, que envía su axón al sistema supraspinal, la corteza sensorial, y es cuando tu cerebro te hace saber que estás tumbado sobre una superficie de puntas.
Es ahora cuando entran en juego los neurotransmisores implicados en la neuromodulación del dolor (que bloquearán la transmisión del estímulo doloroso y le transmitirán una sensación de bienestar):
Existe gran cantidad de neurotransmisores endógenos implicados en la modulación de la transmisión dolorosa espinal, entre los que cabe destacar:
- Los péptidos opiáceos endógenos (que incluyen las endorfinas).
- El sistema monoaminérgico.
- El sistema gammaminobutírico (GABA).
Nos centraremos en el sistema de péptidos opiáceos endógenos, constituido por la familia de las endorfinas, cuyo representante mayoritario es la betaendorfina, la familia de las encefalinas y la familia de las dinorfinas.
Estos péptidos realizan su acción mediante su unión a receptores pre y postsinápticos, inhibiendo la transmisión espinal entre la primera y la segunda neurona, bloqueando la liberación de sustancia P por parte de la neurona aferente y/o bloqueando la unión de la sustancia P a su receptor en la segunda neurona.
Esta liberación de neurotransmisores entre los que se encuentran las endorfinas, es la responsable de los efectos sedantes que proporciona la Alfombra Mágica, así como de su efecto relajante general.
La Alfombra Mágica también ejerce su efecto sobre los nervios motores, aumentando su excitabilidad.
Igualmente, actúa sobre los nervios secretores, aumentando la actividad secretora de las vísceras por ellos inervadas.