Recomendaciones para aumentar la concentración

La falta de concentración es algo muy habitual en algunas personas que puede afectar a su vida cotidiana, tanto en el trabajo como a la hora de estudiar. Para estas personas, cualquier pequeña distracción supone un revés para su productividad diario y puede llegar a resultar incluso frustrante terminar el día pensando que no ha rendido todo lo que debería.

La motivación y la planificación son factores fundamentales para lograr la concentración, pero existen otros muchos. El deporte, la alimentación, el descanso…. son factores que ayudan a mejorar nuestro bienestar y que, por tanto, también afectarán a nuestra salud mental y nuestra capacidad de concentración.

A continuación recogemos algunos consejos para luchar contra esta barrera de la productividad con el objetivo de lograr aumentar nuestra concentración:

  • Planifica tus tareas con tiempo. El final del día anterior puede ser un buen momento para planificar las tareas del día siguiente. Recuerda que empezar el día con las tareas más complicadas puede resultar motivador para continuar con las menos complicadas el resto del día. Además, es interesante partir las tareas largas en tareas más pequeñas más fáciles de cumplir.
  • Tómate descansos de vez en cuando. Hay estudios que mantienen que es complicado mantener la concentración más de 25 minutos en una tarea. Desconecta durante unos breves minutos dando un paseo por la oficina, descansa la vista y vuelve donde te quedaste.
  • Cuida tu espacio de trabajo o estudio. Está demostrado que tener la mesa limpia y despejada ayuda a evitar distracciones.
  • Cuidado con el móvil y el correo electrónico. No es conveniente estar pendiente del móvil y el mail continuamente. Fíjate unas horas para consultarlo y olvídate de ellos mientras estés realizando tu tarea.
  • La importancia del descanso. Duerme las horas que necesites para estar completamente descansado y poder centrarte en tus tareas diarias. La falta de sueño afecta enormemente a la falta de concentración.
  • Mantente bien hidratado. La falta e hidratación afecta a nuestro rendimiento laboral aunque no estemos realizando un esfuerzo físico.
  • Cuida tu alimentación. Trabajar después de una comida copiosa se nos hará más cuesta arriba. Además, existen alimentos que, por sus propiedades, facilitan la concentración como el aguacate,  el yogur, el plátano, el salmón, las sardinas, el pollo, la pasta, el huevo…
  • Haz ejercicio regularmente. Practicar algo de deporte ayuda a liberar tanto la tensión muscular como la mental. Si tienes suficiente tiempo a mediodía puede ser interesante acudir al gimnasio para desconectar. Si no puedes ir al gimnasio o salir a correr sustituye el ascensor por las escaleras, si puedes ve andando al trabajo en lugar de coger el coche o el transporte público.