Daria solía inventarse excusas para justificar la calvicie que tenía en la parte posterior de la cabeza, como decir que las gorras de béisbol que tenía que llevar en su trabajo eran demasiado ajustadas. Sabía que la gente dudaba de sus historias, especialmente sus familiares. Pero no podía enfrentarse a contarles lo que realmente estaba ocurriendo: Se arrancaba el pelo desde los 12 años.
Algunas personas con esta enfermedad se arrancan grandes puñados de pelo, lo que puede dejarles calvas en el cuero cabelludo o en las cejas. Otras personas se arrancan el pelo mechón a mechón. Pueden inspeccionar o jugar con el mechón después de arrancarlo. Aproximadamente la mitad de las personas con tricotilomanía se meten el pelo en la boca después de arrancarlo.
Algunas personas dicen que el impulso de arrancarse comienza con una sensación en el cuero cabelludo o en la piel, como un picor o un cosquilleo. Tirar del pelo parece la única forma de obtener alivio. Las personas pueden tener una breve sensación de satisfacción durante un momento después de arrancarse el pelo.

Las personas con tricotilomanía pueden sentirse avergonzadas, frustradas o deprimidas por ello. Pueden preocuparse por lo que piensen o digan los demás. Pueden sentirse fastidiados por personas que no entienden que no lo hacen a propósito.
La tricotilomanía, también llamada trastorno por arrancarse el pelo, es un trastorno mental que consiste en el impulso recurrente e irresistible de arrancarse el pelo del cuero cabelludo, las cejas u otras zonas del cuerpo, a pesar de intentar dejarlo.
Al arrancarse el pelo del cuero cabelludo, a menudo se producen calvas en forma de parches, lo que provoca una gran angustia y puede interferir en el funcionamiento social o laboral. Las personas con tricotilomanía pueden hacer todo lo posible para disimular la pérdida de cabello.
Para algunas personas, la tricotilomanía puede ser leve y generalmente manejable. Para otras, el impulso compulsivo de arrancarse el pelo es abrumador. Algunas opciones de tratamiento han ayudado a muchas personas a reducir sus tirones de pelo o a dejarlos por completo.
Muchas personas que tienen tricotilomanía también se arrancan la piel, se muerden las uñas o se muerden los labios. A veces, arrancar los pelos de las mascotas o de las muñecas, o de materiales como la ropa o las mantas, puede ser un signo. La mayoría de las personas con tricotilomanía se arrancan el pelo en privado y, por lo general, tratan de ocultar el trastorno a los demás.