“…. Me siento mal, no me dan ganas de salir como antes, me enojo fácilmente con mi esposo y me desespero rápido con los niños. Ya no me arreglo, ¿Para qué? si estoy en casa. Todo el día estoy cansada, pero en la noche no me puedo dormir….. Yo creo que estoy estresada o triste, pero lo normal, a cualquier mujer le pasa esto tarde o temprano ¿no?…”
¿Te suena familiar? ¿Conoces a alguien que dice esto?
La tristeza es una de las emociones básicas del ser humano, junto con el miedo, la ira, la alegría y la sorpresa. Es provocado por un decaimiento de la moral. Es la expresión del dolor afectivo mediante el llanto, el rostro abatido, la falta de apetito, etc.
A menudo nos sentimos tristes cuando nuestras expectativas no se ven cumplidas o cuando las circunstancias de la vida son más dolorosas que alegres. La mayoría de nosotros nos sentimos de esta manera una que otra vez durante períodos cortos, pero no nos incapacita, ni mucho menos afecta nuestras relaciones con los demás.
La verdadera depresión clínica es un trastorno del estado de ánimo en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante semanas o por más tiempo.
La OMS define a la depresión como el más común de los trastornos mentales. Afecta alrededor de 340 millones de personas en todo el mundo. Con una prevalencia estimada de 15 al 25%, siendo mayor en mujeres. Actualmente la prevalencia en hombres ha aumentado, quizá porque ya aceptan buscar tratamiento.
¿Cómo saber si se padece una depresión?
Los síntomas más frecuentes son:
- Estado de ánimo abatido, triste o apático (con llanto fácil).
- Cansancio y/o fatiga exagerada.
- Pérdida de ilusión por la vida y de interés por las actividades cotidianas.
- Alteraciones en el peso corporal (aumento o disminución).
- Trastornos del sueño (insomnio o excesiva somnolencia).
- Disminución de la conducta sexual o aumento exagerado de la misma.
- Ideas negativas y pesimismo, sentimientos de culpabilidad y/o desvalorización.
- Trastornos psicosomáticos, como dolores de cabeza, musculares, mareos, inapetencia (esto seria la depresión enmascarada, que tambien puede aparecer detrás de cualquier conducta adictiva).
Cualquier persona puede deprimirse, incluso los niños.
Su prevalencia en la infancia es del 1-2 por ciento y, en la adolescencia, del 4-5 por ciento.
El niño deprimido puede simular estar enfermo, rehusar a ir a la escuela, juega menos o deja de hacerlo, expresa el deseo de no querer separarse de los padres o tiene miedo de que uno de los padres se muera.
En la primera infancia pueden desarrollar síntomas atípicos como somatizaciones difusas, trastornos alimenticios, orinarse en la cama, etc.
El adolescente puede expresar mal humor, disminuir el rendimiento escolar, presentar conductas desafiantes o presentar brotes de irritabilidad. En ocasiones expresa el trastorno anímico con el desarrollo de conductas de riesgo (consumo de drogas, cortarse en los brazos, etc.)
Causas
Se desconoce la causa exacta de la depresión. Su origen es complejo, ya que en su aparición influyen factores genéticos, biológicos y psicosociales.
Muchos investigadores creen que es causada por cambios químicos en el cerebro. Esto puede deberse a problemas con los genes o se puede desencadenar por ciertos eventos estresantes. Lo más probable es que sea una combinación de ambos.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
El humor deprimido y la pérdida de interés o satisfacción son los síntomas clave de la depresión. Si te sientes triste o desesperanzado, por un período de al menos 2 semanas, además esto se acompaña de un malestar clínico significativo o de deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la vida, es tiempo de buscar ayuda. En algunas personas con episodios leves la actividad puede parecer normal, pero a costa de un esfuerzo muy importante. Esto también es una bandera roja. |
¿Cuál es el tratamiento?
- Psicoterapia
- Medicamento
Hay diversos tipos de Psicoterapias efectivas y lo que tienen en común es permitir a la persona ser comprendido y aceptado, evitando juicios y valoraciones, facilitan la comunicación más genuina y auténtica, que va transformando progresivamente la manera de percibir los conflictos y la realidad y por consiguiente ir aumentando la autoestima e ir resolviendo la problemática que se vive.
En cuanto a los medicamentos, existen diversas opciones de fármacos que con sustento científico han demostrado ser efectivos para corregir las alteraciones neurobiológicas que suceden en la depresión. La elección del fármaco más adecuado dependerá de la sintomatología, la intensidad de ésta y las características del paciente.
¿Qué puede pasar si no busco tratamiento?
Se estima q sólo una de cada cinco personas depresivas buscan esta ayuda, siendo esto muy grave.
La evolución de la depresión provoca complicaciones, siendo las más comunes:
- Problemas familiares importantes (problemas de pareja, problemas con los hijos, divorcios)
- La persona con depresión es más propensa a consumir alcohol o drogas
- Aumenta el riesgo de problemas de salud física
- Problemas laborales (aumenta ausentismo laboral y puede provocar desempleo)
- Falla académica
- La más grave: Suicidio. Dos tercios de los pacientes de planea el suicidio y el 15% llegan a cometerlo.