Un estudio realizado por investigadoras de la Universidad de Central Lancashire y Leeds, asegura que los gemidos y gritos durante el sexo obedecen a la naturaleza humana y son emitidos por las mujeres como una reacción natural para guiar y manipular a los hombres.
En el estudio se demostró que este tipo de reacciones no son espontáneas y tampoco son el resultado del orgasmo. Por el contrario, se trata de una respuesta formulada para estimular a los hombres y llevarlos al punto que la mujer desea. Si esto resulta cierto, entonces hablamos de un claro dominio de las féminas sobre los caballeros, que muy probablemente tenga una razón biológica- psicológica.
No obstante, seguramente habrá más investigaciones que nos ayudarán a saber más sobre los mecanismos de este dominio. Mientras tanto ya lo saben, una mujer que grita es alguien manipuladora por excelencia.